Publicado en la revista digital DanzaNet (Argentina). Esta obra danzada y escrita, es un tributo al coraje del pueblo originario Comechingón, que no quiso entregarse a los españoles mientras éstos derruían y profanaban las tierras de la provincia de Córdoba.
Sus sierras rojas de areniscas, talladas por los vientos, tienen la caricia de la luna, el bramido del sol. Cuenta la historia que aquellos pobladores que conformaban el pueblo “comechingon” fueron acosados por la conquista y resistieron la llegada de los españoles en el cerro Colchequín, arrojándose al vacío para no entregar, a manos de la barbarie, su cuerpo ni la vida, mucho menos su sabiduría ancestral.
Llegar a Ongamira es sentir en el aire la valentía de sus almas, una conciencia colectiva que se ha mantenido en el cultivo de las plantas autóctonas, en el suelo. Es reflexionar sobre el pasado sin dejar de permanecer en el presente y al mismo tiempo comulgar en un ámbito cuya quietud nos empuja hacia nuestro lugar en el mundo.
Tierra sagrada. Tu espíritu late en mi cuerpo. Desde el arte un homenaje y la pretensión de cuidar un hábitat donde la naturaleza pelea un mano a mano con la voracidad del ser humano capaz de destruir hasta su propia madre: TIERRA.
MUJER ESPÍRITU
“En el ritual del crepúsculo encontraste la senda junto a tantas otras que absorbían la savia de los tiempos. Juntas adoraron la tierra, pidieron a la luna y se abrazaron furiosas frente al sol que se perdía. Ninguna objetó razones. Cada una supo entregar la realidad de sus años en la madurez del ciclo. Sin notarlo, danzaban extasiadas, sumidas en la casi oscuridad que acechaba. Los minutos se detuvieron o quizás ellas los frenaron con el pulso de sus brazos agitándose por el aire. La caricia del viento susurraba en el plexo. La presión de su sexo pujaba por salir desde el vientre hasta echar raíces al suelo. Brotó la vida. Sudaron amor. Se bajaron del mundo por el lapso que duró la danza y cobraron formas nuevas. Celebraron. Habían transmutado la alquimia de saberse eternas, Mujeres Espíritus, Cuerpos en movimiento. Danza del sol y de la luna para la Mujer en constante Creación».
© Karina Isabel Roldán (2011)
ONGAMIRA
«Sola. Sin tiempo y encendida por el cuerpo en movimiento, descubrí una voz que venía de otras épocas. En una tierra sagrada encontré huellas y espíritus que aún sin verlos, latían con pulso propio. Conciencias. Simpleza en el acto mágico de vivir. El verbo ESTAR caló mi pecho. Los sonidos de un piano lejano retumbaban dulces en mis oídos. El aire de los cerros trepaba por mis caderas y todo el pasado con memoria incluida quedaron enterrados en aquél suelo.
Nada existe ya. Si giro mi cabeza para atrás, puede que permanezca atrapada en un sueño recurrente de dolor y entre seres que ya no pasan por mi senda. Si miro hacia los costados encuentro el entorno del hoy.
Si abro bien los ojos puedo comprender que la muerte se halla siempre adelante. Es hacia donde vamos. Tierra Madre, con tu fuerza aprecio cada segundo de vida. No hay culpas. No hay miedos. No hay control.
Andar el ciclo con la sensación del cuerpo prendido en sangre real mientras estoy en el ahora y la memoria no me atrapa. Soy Ahora. Presente absoluto. Ongamira latiendo tu certeza en el corazón»
© Karina Isabel Roldán (2011)
DESPOJOS
«Aquellos fantasmas de la tierra
danzaban frente al crepúsculo
mientras la piel se deshacía del pasado.
Agitaron sus brazos
y se fueron de la vida
con el coraje de no entregar un tesoro
la esencia de ser:
únicas.
Sabiduría de la luna…
Los ancestros dibujaron el círculo de fuego
y una mujer renacía,
al lado de otras y otras y otras
que abandonaron su cuerpo
para proteger la noche espiritual»
© Karina Isabel Roldán (2011)
Idea, puesta en escena, Coreografías y Dirección: Karina Isabel Roldán
Textos: Karina Isabel Roldán
Música: Ricardo Vilca – Ludovico Einaudi.
Interpreta: Compañía de danzas de Karina Roldán
Integrantes: Lucía Moreno, Cami Pérez, María Noel Tanghe, Julieta Zóccola, Johanna Klinkovich, Delfina Frenkel, Eugenia Ríos, Sofía Masone, Rosario Masok, Barby Kaplan y Lucía Guerberoff.
Idea de vestuario: Karina Isabel Roldán
Fotografías: Juan Pomponio
Filmación: Leonardo Villarosa
Postproducción y edición de video: Annie Fink y Leonardo Villarosa -Helena Producciones.
Estrenado en el Teatro “El Extranjero” de la ciudad de Buenos Aires (Diciembre 2011)